domingo, 5 de junio de 2011

Oaxaca hacia el siglo XVIII*

El oro rojo propicia el auge

Padre Florencia

Es Oaxaca una de las más populares y bien fundadas ciudades de la Nueva España- con la riqueza grande de la grana, que después del oro y la plata es en Nueva España el género que abunda en extremo en el Valle, y en otros géneros que hacen muy acreditado el trato y comercio de esta ciudad, ha crecido tanto después de la de México y Puebla tiene el tercer lugar en la Nueva España.
Las calles iguales, desahogadas, tiradas a cordel, lindas casas y una plaza principal con sus portales, casas de cabildo y bien labradas. La catedral a un lado, de grande y capaz arquitectura.
El temple es bueno, ni frío ni calor; la abundancia del valle de que se provee y abasta la ciudad es muy grande. El regalo de frutos, carne, peces y dulces de todos géneros y lo demás no sólo para el sustento, sino para las delicias de la vida humana, es excesivo.
Hácese el mejor y más sazonado chocolate de la Nueva España, y del primor del que se lleva todo el que va della a España de Guaxaca por las ventajas que hace el que allá se labra.
No sólo es sobrada esta ciudad por los frutos que da en abundancia, sino por lo que le viene del Perú por Tehuantepec y Huatulco, y se trajina en ella de vino, aceite y aceitunas, cacao de Guayaquil y plata, por lo que de Veracruz se transporta en cuantiosas condiciones de lo bueno que viene de Europa en las flotas.

*Citado por Jorge Fernando Iturribarría en su ensayo Alfonso García Bravo, trazador y alarife de la villa de Antequera. El autor no da mayores datos sobre la fuente consultada y solo aparece la referencia al texto que hemos tomado.

Fuente: Artículos históricos de Jorge Fernando Iturribarría. Francisco J. Ruíz Cervantes (compilador) IOC, FOESCA y UABJO. Oaxaca 1998.

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