jueves, 28 de julio de 2011

Feria del mezcal*

Una tradición sin raigambre


Hace cerca de quince años empezó a gestarse la idea de hacer una feria del mezcal. En aquel entonces empezaba a conocerse más el mezcal a nivel nacional, aunque era incipiente su conocimiento. Un antecedente serio y académico de la bebida lo organizó la Universidad José Vasconcelos con su Semana Cultural del Mezcal que, recuerde, duró por lo menos cinco años.
En esta Semana Cultural del Mezcal se llevaban a cabo conferencias, presentaciones de libros y hubo degustaciones de mezcal. Fue un gran esfuerzo que, por desgracia, no continuó y cuyo aporte también fue desperdiciado por los organizadores de la Feria del Mezcal.
Entiendo que los primeros años en que se instituyó la Feria fueron de experimentación, de tanteos y también de desencuentros e imposiciones. Esto es natural porque tanto productores como embotelladores tienen concepciones distintas respecto a esta bebida. Cuando me refiero a experimentación y tanteos quiero decir que, como todo inicio, había mucho que aprender. Era inédita la experiencia. Con todo, deficiencias y aciertos, se llevó a cabo la Primera Feria del Mezcal. No puedo dejar de reconocer la entrega y dedicación de los organizadores de aquella época, en especial de mi amigo ya fallecido Crescencio Escobar.
Y cuando me refiero a desencuentros quiero decir que el gobierno del estado, particularmente la Secretaría de Economía, privilegió la visión de los embotelladores que, a final de cuentas, son quienes comercializan la bebida, independientemente si ésta es de calidad. A eso me refiero cuando hablo de imposiciones.
Esta concepción se ha mantenido hasta la fecha. En 14 años tal visión no ha cambiado y el mercado sí lo ha hecho. Ahora los consumidores son más exigentes y no se dejan sorprender por cualquier marca de mezcal. Pero muchos embotelladores apuestan a la curiosidad de los turistas. La competencia en la feria del Mezcal es interesante. Venden un producto regular (en ocasiones algún productor tradicional se arriesga a instalar un stand y ofrece un mezcal excelente) a un precio más o menos accesible.
Pero tengo que decirlo: no todos los mezcales que se expenden en dicha Feria son de calidad. Son potables, no cabe duda, pero no son degustables. Si me preguntasen qué calificación daría –promediando las veces a las que he asistido a la Feria- diría que apenas y pasan con un 7.
Por otra parte, los embotelladores de mezcales finos, no encuentran en la Feria un mercado adecuado para su producto. En principio porque los precios de sus botellas son, en la mayoría de las ocasiones, elevados. Recordemos que los visitantes a esa Feria son turistas principalmente nacionales. No asiste lo que llaman Gran Turismo.
El formato de la Feria del Mezcal, como ya he dicho, se conserva casi igual que desde sus inicios. Quizás ahora un tanto más elaborado pero en esencia el mismo. Para los organizadores el tiempo no pasa y visto en perspectiva, la Feria se ha anclado al pasado. Es increíble que conserven el mismo formato y no adopten y adapten recursos que otras ferias de vinos y licores realizan anualmente.
Por desgracia en la Feria solo se ve una cara del mezcal y es fundamentalmente el aspecto comercial. Se ha dejado de lado cuestiones culturales, de producción, de coctelería, de degustaciones, de capacitación, etcétera. No hay eventos alternos que refuercen y potencien la Feria. En ocasiones anteriores, la Feria se convertía en una gran cantina y eso demeritaba al mezcal mismo.
Según leí en la prensa esta XIV edición de la Feria se llevará a cabo en una superficie de ocho mil 900 metros cuadrados en el paseo Juárez, más conocido como El Llano. Según uno de los organizadores “ofertará además de la bebida espirituosa, exposiciones culturales de fotografía y artes plásticas”. Asimismo afirma “que se promueve un montaje con el tema de mezcal, para lo cual ya se han convocado a oaxaqueños talentosos”. Evidentemente, no soy un oaxaqueño talentoso, de lo contrario me hubiesen invitado.
Esperemos que en esta edición, la Feria realmente sea diferente o por lo menos más interesante. Me parece que uno de las cuestiones centrales que debiera tener la Feria es la de educar al consumidor para que aprenda a distinguir las diferentes tonalidades sápidas del mezcal y, además, de que los propios oaxaqueños conozcan todo el proceso del mezcal.
Aún cuando se han anunciado estos nuevos elementos dentro de la Feria, la verdad es que no creo que sea diferente a otras ocasiones. Lo digo por lo siguiente: en Oaxaca aún no tenemos un Museo del Mezcal, cuando esa bebida es emblemática de la entidad. Así es el criterio de los grandes productores de mezcal y también de las diferentes autoridades estatales que, dicho sea de paso, desconocen lo relacionado al mezcal.
A estas alturas, es decir en la decimocuarta edición de la Feria, esta debiera ser ya una tradición, sin embargo solo es un escaparate para venta de mezcales y nada más.


٭Publicada en el número 137 (julio, 2011) de la revista En Marcha editada en Oaxaca

sábado, 9 de julio de 2011

La muralla

La denominación oficial es 20 de noviembre, El 20 para las nuevas generaciones, La Muralla para quienes conocimos ese lugar hace más de 25 años, nombre impuesto, por cierto, por el desaparecido pintor Virgilio Gómez. En esa época le pregunté, candoroso, por qué se llamaba así lugar.
–Para estar aquí –dijo entonces– hay que pasar una muralla de borrachos. Hoy, sus palabras son una profecía.
Debo explicarme. En aquel entonces la cantina sin denominación tenía dos accesos: 20 de noviembre y Las Casas. Justamente sobre esta última calle recuerdo que había tres árboles, entre ellos un toronjal.
Convivían entonces policías y delincuentes, artistas y burócratas, desempleados y alcohólicos o cualquier combinación de tales entes.
Hoy, La Muralla o como le quieran denominar, es la última cantina del Centro Histórico. Cantina en sentido estricto. Hoy predominan los antros. Pero sobre antros de alguna manera hemos hablado: los antros son super ligth, algo que no se acerca a los antros de hace 50 o mas años y mucho menos a la cueva o antro descrito por Platón. Las palabras, como la vida, se degradan.
De jóvenes, toda cantina era lugar para adultos. Inaccesible a quienes al mismo tiempo quieren penetrar para convertirte en lo que no eres y el lugar en que eres rechazado por tu edad. Antes, hay que decirlo, los cantineros eran impecables; hoy, todo mundo lo sabe, un adolescente es en potencia un alcoholescente. De ahí tragedias donde dos chicas provocan la muerte de dos enamorados. Me pregunto si tal establecimiento seguirá funcionando.
Recuerdo como un sueño hipnogénico el patio de aquella Muralla; recuerdo a los uniformados brindando con los civiles que poco a poco se trocaban en inciviles y, que sin embargo, se comportaban con una delicadeza que cualquier dama quisiera.
Recuerdo, qué duda cabe, el fragor de la cocina oaxaqueña que nos deleitaba con suculencia y tradicionalismo. Qué moles, qué chichilos, qué pipián… Y sin embargo aun sigue teniendo una buena cocina, cien por ciento oaxaqueña. Debo confesarlo, no como antes. Doña Gloria era chef, cuya estafeta la ostenta ahora la Tía.
Todo se transforma y sin embargo, siguiendo a Lemparusa, todo cambia para seguir siendo igual. La muralla se ha convertido en su némesis y no obstante, pese a todo, sigue siendo la última cantina del Centro Histórico de Oaxaca.
Sin anuncio publicitario, La Muralla se ha convertido en un referente para un determinado grupo de artistas que la frecuentan. No son muchos, por cierto pero le son fieles; otros, en cambio, van de vez en vez y algunos solo han ido una sola vez; la mayoría, sin embargo, no conoce de su existencia. En el submundo de los artistas también los hay exquisitos.
Cuando llevé por primera vez al maestro Eusebio Ruvalcaba quedó impresionado por el lugar y escribió un par de líneas al respecto en el diario El Financiero; ahora cuando viene a Oaxaca acude siempre a tomarse una copa de mezcal.
Como toda cantina, en La Muralla (ya dije en la primera entrega que oficialmente la cantina se denomina 20 de Noviembre, pues está ubicada en esa calle y por apócope muchos de sus parroquianos la llaman simplemente El Veinte) tiene sus clientes habituales.
Por esta frente al mercado 20 de Noviembre, algunos de sus parroquianos son integrantes de la cofradía de los mercaderes; se les conoce por su giro comercial: chilero, el filos (afilador), vainilla… por solo mencionar algunos de ellos.
Después de muchos años de existencia (en la tercera parte contaré la historia de esta singular cantina), el lugar ha tenido sus bajas. Me parece que la lista es larga pero no necesariamente a causa de alcoholismo, sino en primer lugar a la fatalidad del tiempo (el tiempo, decía alguien, es un buen maestro, lástima que acabe con sus adeptos) y claro, por otras causas que no vienen a cuento en este espacio.
En La Muralla solo se sirve mezcal (blanco y pericón) y cervezas. Nada más. Quizás esa sea también la causa de que algunas personas no acudan al lugar. En cambio ofrecen una excelente botana de comida oaxaqueña.
Si se prefiere, se puede optar por pedir la comida del día que va a acompañada con tortillas de mano. De hecho no es necesario ir a esa cantina a tomar, solo se puede ir a comer si así se desea.
Como ya es común en casi todas las cantinas, no hay problema con la presencia de mujeres, quienes pueden acudir incluso solas sin que nadie la moleste.
La señora Agripina Martell fundo un bar sin dominación sobre la calle 20 de Noviembre, frente al mercado del mismo nombre en el año de 1939. Es decir hace 70 años, lo que lo convierte en uno de los bares más antiguos de la ciudad. No porque contara con el permiso más antiguo (en eso hay el mito de que el de Chole la Gata es el primero, pero eso es cosa de averiguar), sino por su persistencia.
Armando Cabrera Martell, hijo de doña Agripina considera antes que su bar ya estaba el de doña Gloria, La Poblanita, otro lugar imprescindible en la cartografía de las cantinas de Oaxaca.
Después de la muerte de su madre, el bar quedó a cargo de doña Gloria Ramírez quien es a su vez madre de su actual administrador, Alejandro quien brinda un trato excelente a la clientela que llega regularmente al 20, como se le conoce.
Don Armando Cabrera refiere que su madre no quería una denominación para la cantina pero en un momento dado, cuando él fue a realizar algunas gestiones al ayuntamiento. El funcionario que lo atendía concedió que no llevará nombre pero salió intempestivamente y su secretaría exigió entonces que le pusiera nombre.
De hecho recuerda Cabrera Martell que fue dicha secretaria quien dio nombre a su negociación: 20 de Noviembre, por obvias razones. Sin embargo nunca han colocado ningún anuncio en la fachada siguiendo la costumbre de doña Agripina Martell, pese a ello, el ayuntamiento citadino le cobra un impuesto en ese rubro.
De la esquina 20 de Noviembre y Las Casas se encontraban juntos los bares: La Sorpresa, Rayo del 35 y La Zapoteca. Solo la última sobrevive en otra dirección. Las dos primeras han desaparecido del mapa etílico oaxaqueño y sobrevive su recuerdo en aquellos vivieron esa época.
Y en el primer tercio del siglo pasado sobre las casa, a la vuelta de 20 de Noviembre se instalaban puestos de pulque y se encontraba la fábrica de refrescos Nilo, con los que en La Zapoteca preparaban curados de pulque.
Hoy, una nueva generación de parroquianos mantiene una vieja tradición que seguramente perpetuará en otra, si es que el concepto de esta cantina –la última del centro históricos a decir de muchos.

viernes, 8 de julio de 2011

Tomasín

El bar emblemático de Tomás Bravo Ramírez es el Tomasín, en la calle Cosijopí. Ha sufrido constantes cambios y ampliaciones que lo han convertido como uno de los favoritos de los degustadores de buenas bebidas, e incluso de quienes solo desean pasar un momento divertido en compañía de sus amistades.
Tomasín fue el bar que dio inicio a lo que ahora es un grupo empresarial sólido y en crecimiento: Tomás-Inn. El resto de los lugares que nacieron a la sombra de Tomasín y que ahora están plenamente desarrollados son: El pescador, en Miguel Cabrera; Los ahijados, en Hidalgo y Pino Suárez; El Paseo, frente a El Llano, El punto en la colonia Reforma y La Bartola en Plaza del Valle.
Cada uno de estos lugares tiene una ambientación y personalidad propia con dos características distintivas: buen servicio y excelentes botanas.
Tomás, a pesar del éxito en sus empresas, continúa recorriendo los bares para que el servicio no decaiga pero lo más sorprendente es que el trato de él sigue siendo el mismo de siempre. No hay ostentación ni, mucho menos, falsa modestia.
Tomás Bravo Ramírez es originario de Santiago del Río, Silacayoapan en la Mixteca oaxaqueña. Desde temprana edad entró a trabajar al bar Carta Blanca que hoy conocemos como Bar Jardín ubicado en la Plaza de Armas o zócalo.
De chalán, como decimos en México, llegó a ser cantinero bajo la tutela de Rafael El Calaca (hay apodos que sustituyen a los apellidos). Por su desempeño, poco a poco fue reconocido por la clientela. Años después, cuando Crescencio Escobar adquiere la cantina La Farola invita a Tomás como cantinero.
La clientela del ya entonces Bar Jardín pasó a La Farola. No pasó mucho tiempo para que Tomás Bravo rentara un lugar y creara su propia cantina que ostenta el nombre con el que lo conocieron cuando era pequeño. Lo demás es historia.

jueves, 7 de julio de 2011

Breve apòlogo de san Juan II/II

Después de la muerte de la Virgen, Juan viajó por Judea, Samaria y Jerusalem predicando el Evangelio con Pedro. En Hechos de los apóstoles, Lucas refiere que estando Juan y Pedro en un templo llamado Hermosa hicieron caminar a “un tullido desde el seno de su madre”, a causa de ellos fueron llevados al Sanedrín donde fueron castigados y conminados a dejar de predicar en nombre de Jesús. Se dice que Juan fundó en Asia Menor las Siete Iglesias que son citadas en el Apocalipsis. Más tarde, Juan residió en Éfeso, donde fue perseguido por el emperador Diocleciano, otros, en cambio, mencionan a Domiciano, quien, según la leyenda, intentó dos veces de tomar su vida. En una ocasión el emperador le ordenó beber una copa de vino envenenado. Cuando Juan la alzó, el veneno huyó de ella en forma de serpiente.
Aquí es necesario hacer un comentario. Hay un mito caldeo sobre una disputa entre Dios y la serpiente, ésta fue recogida por Ferécides y Orígenes la cita en su libro VI Contra Celso. Ahí, refiere la leyenda, se llevaba una serpiente a las fiestas de Dionisos –recuérdese que este dios tiene su origen en Oriente– como un atributo y un símbolo de vida. Los egipcios atribuían una cierta divinidad a la serpiente, según cuenta Eusebio en su Preparación evangélica. En Arabia y la India, incluso en la China, la serpiente era considerada como un símbolo de vida, de ahí que los emperadores llevaran en el pecho siempre una imagen de una serpiente.
Es a partir del mito cristiano, en el momento en que la serpiente le habla a Eva, cuando a este animal se le denosta.
En el arte cristiano, se le representa a Juan con una copa en la mano y de ella sale una serpiente. El animal reptante es ahora símbolo no sólo del demonio sino de la maldad en general.
A san Juan es uno de los tetramorfos, es decir al conjunto de los símbolos que representan a los cuatro evangelistas. San Mateo, al hombre o ángel; san Lucas, buey o toro; san Marcos, león; y a san Juan, el águila. Es identificado por este animal porque su Evangelio es el más teológico de todos, y se considera el águila como el animal que vuela mas alto.
En la Historia del Arte vemos en los primeros tiempos del cristianismo a los Evangelistas representados simbólicamente solamente con estas formas animalísticas, luego evolucionan representándose la figura del Evangelista con el respectivo animal como atributo identificador, como en el caso de san Juan con la serpiente huyendo, como se comento líneas arriba.
En otra ocasión, Juan fue llevado a Roma y arrojado a un caldero de aceite hirviendo, pero emergió ileso y más joven aún. No se sabe de otro intento de matarlo después del segundo intento fallido. Más tarde fue exiliado a la isla de Patmos, donde, se supone, redactó el Apocalipsis.
Juan quizás fue el último de los apóstoles ya que algunos testimonios aseguran que murió durante el reinado de Trajano, es decir entre 98 y 117 de nuestra era. Si bien algunos dicen que San Juan murió en Efeso, de muerte natural y edad muy avanzada, otros mencionan que Juan murió al resbalar en una acera.

Debemos comprender que fue Jesús quien nació de concepción sobrenatural, no su madre. La idea de que María era superior a otros seres humanos, fue enfáticamente rechazada por el mismo Jesús. Un día, mientras predicaba: « ... su madre y sus hermanos estaban fuera. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, quieren hablarte. Y Jesús respondió al que esto le decía: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?" Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: "He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi madre, y hermano y hermana"» (Mt. 12:46-50). Claramente podemos ver que si servimos al Señor, si hacemos su voluntad, estamos en la misma categoría espiritual que María. Ciertamente, esta unidad en Cristo nos enseña igualdad a los ojos de Dios y rechaza la idea de que María fuese una persona sobrenatural.
Antes de Pentecostés María estaba reunida con los discípulos esperando la promesa del Espíritu Santo. Leemos que los apóstoles «perseveraban unánimes en la oración, con las mujeres y con María, la madre de Jesús y con sus hermanos» (Hch. 1:14). Ciertamente, las Escrituras no dicen que los discípulos estaban orando a María; la ilustración que acompaña -tal como es vista en los catecismos católicos- intenta dar a María una posición central. Pero como sabe todo estudiante bíblico, los discípulos en esa ocasión no estaban mirando a María; estaban buscando que el Cristo resucitado, quien había ascendido al cielo, les enviase el don del Espíritu Santo. Nótese también que en el dibujo, no solamente están los discípulos mirando a María, sino que también el Espíritu Santo (en forma de paloma) se ve volando sobre ella. De acuerdo a las Sagradas Escrituras, la única persona sobre quien el Espíritu Santo descendió en esa forma fue sobre el mismo Jesús, no sobre su madre. Por otra parte, y aunque parezca increíble, la diosa-virgen pagana, bajo el nombre de Juno, era frecuentemente representada con una paloma en su cabeza, como también lo eran Astarté, Cibeles e Isis. Y así, la influencia pagana en tales cuadros, aparece de un modo bien claro.
Otro intento por glorificar a María -exaltarla a un plano que la Escritura no le otorga- puede notarse en una doctrina católica, conocida como la perpetua virginidad de María. Esta enseña que María continuó virgen toda su vida. Pero tal doctrina no fue nunca enseñada por Cristo o por sus discípulos. Como lo explica la Enciclopedia Británica, la doctrina de la perpetua virginidad de María no fue enseñada sino hasta cerca de trescientos años después del regreso de nuestro Señor al cielo. No fue sino hasta después del Concilio de Calcedonia, en el año 451, que esta infundada suposición fue aprobada oficialmente por Roma.
Al contrario de las enseñanzas católicas, la Biblia muestra claramente que María no continuó como virgen a través de toda su vida. La Biblia enseña que nuestro Señor Jesucristo nació de la virgen María -concebido en virginidad y nacido sobrenaturalmente (Mt. l:23)-. Enfáticamente creemos en el nacimiento virginal de Jesús. Pero después del nacimiento de El, María dio a luz a otros hijos, los hijos naturales de su unión con José, su esposo.
En Mateo 1:25 leemos que Jesús fue el hijo «primogénito». La Biblia no dice que María haya parido a un solo hijo, sino que nos dice que Jesús fue su primer hijo. El hecho de que Jesús fuera el primogénito, indica que después nacieron de María otros hijos. Siempre en el lenguaje lógico normal, un primero requiere un segundo. Pero fuera de esta línea de razonamiento, las Escrituras no dejan lugar a dudas del hecho de que María tuvo otros hijos después del nacimiento de Jesús. Sus nombres son anotados en la Biblia, como sigue: «Jacobo, José, Simón y Judas» (Mt. 13:55). Además de estos hermanos, el versículo siguiente menciona a las hermanas de Jesús. Las gentes de Nazareth dijeron: «¿ ... y no están todas sus hermanas con nosotros?» La palabra «hermanas» está en plural, de modo que sabemos que tuvo por lo menos dos hermanas. Pero si nos fijamos un poco más, veremos que el pasaje indica que Jesús no sólo tenía dos hermanas, sino que por lo menos tenía tres. Notemos que el versículo habla de «todas» sus hermanas. Por regla general, cuando nos referimos solamente a dos personas, decimos «ambas» y no «todas» ellas. Esto, definitivamente, implica que la expresión se refiere a tres o más hermanas. Si entonces añadimos tres hermanas y cuatro hermanos además de Jesús, resulta que María, tuvo ocho hijos.
El Señor Jesús nació de María sobrenaturalmente, por un nacimiento virginal, los otros siete hijos que ella tuvo, nacieron normalmente; fueron engendrados por su esposo José. Pero la actitud católica es que José conservó a María como virgen por el resto de su vida. Sin embargo, ella fue virgen según las Escrituras «solamente» hasta después del nacimiento de Jesús. José no la conoció hasta que parió a su hijo primogénito y lo llamó Jesús. José no conoció a María hasta después del nacimiento de Jesús. Pero más tarde, José y María tuvieron unión matrimonial y dieron a luz a varios hijos tal como lo enseñan las Escrituras. Estudiando lo que la Biblia enseña, nos damos cuenta de que la doctrina de la perpetua virginidad de María es completamente falsa.
Durante los días de la apostasía -para hacer más clara la identificación de María con la madre-diosa que las naciones venían adorando hacía cientos de años-, algunos exagerados admiradores de María comenzaron a enseñar que el cuerpo de María nunca sufrió corrupción, sino que ascendió a los cielos al igual que Jesucristo y que allí sentada hoy en día, como la «Reina del cielo» para recibir culto y oraciones. No fue sino hasta este siglo que la doctrina de la ascensión de María se proclamó oficialmente como una doctrina de la Iglesia Católica Romana. Fue tan sólo en el año 1950 que el papa Pío XII declaró que el cuerpo de María no sufrió corrupción, sino que fue llevado al cielo. Obviamente, dicha doctrina de la ascensión de la virgen, no es parte de la doctrina del Nuevo Testamento.

miércoles, 6 de julio de 2011

Breve apólogo de san Juan I/II

Dijo María al ángel: “¿Cómo podrá
ser esto, pues yo no conozco varón?”
Lucas

Juan fue hijo de Zebedeo y de Salomé, natural de Galilea y vivía en las cercanías del lago. El padre era pescador y, como él, sus hijos. El padre de Juan era patrón de una barca y dueño de las artes de pesca. Juan debe ser contado, junto con Andrés, hermano de Pedro, entre los discípulos del bautista y los primeros que se unieron a Jesús.
Juan, apóstol y evangelista, era el menor de los doce apóstoles de Cristo y el hermano de Santiago el Grande. Se le llama “el discípulo a quien Jesús amaba”, y el Evangelio que lleva su nombre y que de acuerdo a los eruditos católicos él mismo escribió se nos presenta a sí mismo como “apoyado contra el pecho de Jesús” en la Última Cena.
Algunos apólogos han querido ver en el gesto de Jesús al acercarse al oído de Juan confesar el nombre de quien lo traicionaría, pero tal hipótesis queda descartada en el resto del cuerpo del Evangelio. El suicidio de Judas, revelaría la traición, que además ya había anunciada por Jesucristo.
Sin embargo, en El Evangelio cátaro del pseudo Juan, el autor afirma que estando en el Última Cena, “cuando tenía reclinada la cabeza sobre el pecho de Nuestro Señor Jesucristo, le pregunté: ‘Señor, ¿quién es el que te traicionará? Y él me respondió: El que mete conmigo la mano en el plato’. Entonces Satanás entró en él, y buscaba ocasión de entregarlo”. Las interpretaciones son variadas y diversas pero el tema desbordaría el presente texto.
De acuerdo a diversos testimonios, incluido el de él mismo –que escribió en tercera persona pretendidamente para pasar inadvertido y con ello, por omisión, resaltarse a sí mismo– Juan estuvo con las tres Marías en el decurso de la crucifixión. (Juan 19, 26-27) Jesús dijo a su madre: “Mujer, he aquí a tu hijo”; y al discípulo: “He aquí tu madre”. El versículo remata textualmente: “Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa”.
Sobre todo en el Medievo y aún antes, diversas sectas quisieron encontrar diversos sentidos a este fragmento. Así, por ejemplo, por el misterio de la encarnación somos todos elevados en Cristo a la dignidad de hijos de Dios siendo Jesús el primogénito entre muchos hermanos. La madre de Jesús ve por aquí extendidos sus derechos maternales a todos estos hermanos de su primogénito, hijos también del Padre celestial por adopción de Jesús.
Se considera por esto, que Juan fue el discípulo más íntimo de Jesús.
No obstante, hubo quienes interpretaron el mencionado pasaje más allá de la piedad cristiana y de preceptos puramente castos, al menos desde la perspectiva de la moral cristiana en boga.
De esta manera algunos ilustres comentadores bíblicos sugirieron la posibilidad de que Juan conviviera con María, madre de Jesús después de su crucifixión y de su retorno de entre los muertos para después instalarse a la diestra de celestial Padre. Bastó deslizar un comentario, si bien de buena fe, para que otros lo alteraran y lo magnificaran. De esta manera surgió una nueva discusión en torno a este tema.
Como es de conocimiento general, Jesús murió a los 33 años. Su madre, la Virgen María, por aquella época tendría, a lo sumo, 45 años. De María sólo se conserva una exégesis El Evangelio de la Natividad de María, que en realidad es una revisión latina del llamado Protoevangelio de Santiago y de El Evangelio del pseudo Mateo. Es a partir del siglo XIII, en la inclusión del texto apócrifo en El espejo histórico de V. de Beauvais y en la Leyenda dorada de J. de Voragine cuando la presencia de María en el rito y el templo se extiende. Fuera de ese texto poco o nada se sabe sobre el destino de María a la muerte de su hijo.
El hecho de que Juan viviera bajo el mismo techo con la Virgen María, desde luego, no prueba nada. Es decir no prueba que el santo la conociera y, por tanto tuvieran relación carnal. Herodoto en sus Nueve libros de la historia, describe con profusión las diversas tradiciones de los pueblos de Medio Oriente y asiáticos con relación a los casamientos. La misma Biblia cuenta cuestiones interesantes, al respecto, sobre todo en el Antiguo Testamento. Por ello no extrañaría una unión como la que se sugiere.
No es, desde luego, la primera ocasión que se duda de la virtud de la virgen María. En uno de los grandes concilios, celebrado en Efeso en 431, el obispo de Constantinopla Nestorio –gran perseguidor de herejes– fue a su vez condenado como hereje por haber sostenido que, en verdad, Jesús era Dios pero que su madre no era, en absoluto, madre de Dios, sino madre de Jesús. Fue San Cirilo quien condenó a Nestorio y fueron los nestorianos quienes hicieron destituir a San Cirilo en el mismo concilio.
A propósito y en referencia a lo anterior, el pensador Voltaire comenta, no sin sorna: “Se puso en un compromiso al Espíritu Santo”.
Independientemente de la digresión anterior, dice la tradición que desde ese momento la Virgen María convivió con Juan para cumplir las palabras de Cristo.
Mateo, Marcos y Lucas comentan en sus respectivos Evangelios que estando Jesús predicando, “vino su madre con sus hermanos y no lograron acercarse a Él a causa de la muchedumbre, y le comunicaron: Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y desean verte. Él contestó diciéndoles: Mi madre y mis hermanos son éstos, los que oyen la palabra de Dios y la ponen en obra (Mateo, 12, 46-50; Marcos, 3, 31-35; Lucas, 8, 19-21).
En principio, se advierte que María tuvo otros hijos, mas no sabemos sus nombres ni su destino. Por otra parte, si bien no la repudia ni la menosprecia, guarda siempre distancias. Un ejemplo más nos lo cuenta Lucas (2, 48-50) cuando Jesús, a la edad de doce años, es encontrado por sus padres en el atrio del templo de Jerusalem, oyendo y preguntando a los doctores sobre las Divinas escrituras. Cuando finalmente sus padres lo hallaron, después de tres días perdido, María le reprocha: “Hijo, ¿Porqué nos has hecho así? Mira que tu padre y yo, apenados, andábamos buscándote”. Y él les dijo: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que es preciso que me ocupe de cosas de mi Padre?”

lunes, 4 de julio de 2011

Del modo de hacer grana*

San Juan Elotepec, Zimatlán

Andrés Gutierrez Xirón**

También en todo este partido (ilegible) estas nopalera sus hojas son al modo de una lenguetas redondas de frueso de un dedo, el pellejito es delgado y liso y algunas espinas sutiles. El modo de asemillarlas en este partido es que de es que de las hojas del árbol encino son grandes y gruesas, de ellas se hacen unas cajillas en donde se echan algunos granos de grana que empieza aparir. Estas cajillas se clavan con una espina de las mismas hojas de nopal y allí van saliendo los hijillos que nacen de la grana que son a la manera de los los piojillos de gallina. Estos animales andan por toda la nopalera de en hoja en hoja buscando el lugar que les cuadra y hallándolo allí clavan el piquitpo y de allí no se mudan para ninguna otra parte hasta que la bajan.
Al cabo de un mes o más que empiezan estos hijitos a mudar el pelejito porque es preciso expulgarlas y limpiarlas porque este mismo pellejito se vuelve gusanillo y se comen la misma grana y así entonces es preciso cada seis u ocho días expurgarlas porque además de este gusanillo hay otros varios que perjudican a la grana, como es el cabrestillo que es un gusanito prieto con el pelito cruzado, otros que les llaman jicarita, que es al modo de una conchita redonda de colorado y amarillo, otros gusanos que les llaman zurrón, es blanco y gruecesito, otros que llaman abujita, es un gusano blanco muy sutil, otros animalitos que llaman tijerilla, es amarillo con algunas rayitas negras. Estos se comen los hijos tiernos de la grana, estando gruesas la dicha grana se aparecen una palomitas blancas muy sutiles que me hago el juicio éstas sean de la misma grana, las cuales cohabitan con la grana de donde al cabo de uno o dos meses empieza a parir.
Esta se deja parir unos cuantos días, en la misma nopalera para que estos hijillos queden para hacer cosecha, mucha de esta grana que está pariendo se quita para echarla en otroas nopaleras, las cuales prosiguen pariendo en dichas nopaleras para que estos chiquillos engorden y estan ya gruesas se bajan para hacer la cosecha que esta se llama engordadera porque queda más gorda la grana que la de cosecha.
El modo de matarla es una ola grande de barro que se pone a la lumbre con agua que llegue a la mitad de la olla, y ya que está caliente el agua se ponen unos palitos dentro de la olla que no lleguen al agua, y la granase echa en un tenate y se mete en la olla, y se pone sobre dichos palitos y se tapa la olla y con aquel mismo vapor de agua caliente muere la grana y queda blanca, la que mantiene un cuarto de hora dentro de la olla y después se pone a secar al sol. También el modo de guardar semilla para semillar otro (ilegible una palabra) que de la grana que está pariendo asemillan otras nopalera que los naturales tienen en montes fríos.
Estas como las asemilla es al fin de cosecha que es en el mes de maroz en tierras calientes y en junio en tierras frías o templadas y así ya para el mes de septiembre u octubre empieza a parir la que tienen asemilada en el monte frío y ésta es la semilla que sirve en tierras frías o calientes, éste es el modo de cómo se hace la grana.

* El autor seguramente fue párroco de esta comunidad. La relación es una respuesta a la Cédula real del 20 de octubre de 1776.
Fuente: Relaciones Geográficas de Oaxaca 1777-1778. Manuel Esparza, editor. Ciesas-IOC. Oaxaca. 1994.

domingo, 3 de julio de 2011

Del clima propicio para recoger grana

Santa María Ayoquezco, Zimatlán

Bachiller Leoncio de Vera*

En estos pueblos plantan los naturales por el mes de marzo unos brazos o pencas de nopal que con el cultivo y limpia que le dan dos o tres veces al año guarneciéndolo de cerca que tan bien siembran por el mismo tiempo, de pitayos y tunilla, plantas silvestres cuyos cuerpos son túbicos y espinosos, y los renuevos que producen levantan de la tierra más de tres o cuatro varas y el otro tubnilla, cerca de mucha duración y por su contiguación impenetrasible; a los dos años y ocho meses de plantado el nogal le echan semilla de grana cochinilla por el fin del mes de diciembre para lograr la cosecha quye llaman madres por últimos de marzo o principios de abril, para que esta grana que se ha criado en país templado y comienza a parir sirva de semilla en la tierra fría que es en los montes y serranías que estos pueblos tienen por Poniente en donde tienen estos naturales plantadas otras nopaleras que llaman sus rancherías, de las que por julio y agosto bajan grana que de sazón ya, más no pariendo dicen angordadura, y los que con el riesgo de que se chorree la grana (que previene que las aguas no sean abundantes por agosto y después de alguna lluvia corta salga el sol fuerte, aquellos vapores que se levantan abochornan la grana, y muere con increíble violencia pues a la visita está la grana como si estuviera viva, y en tocando con un dedo el nopal al instante se caen al suelo todos los granos de grana que tenía, y al quererlos coger entre los dedos se deshace) aguardan a que para, bajan esta semilla par tierra templada por el mes de septiembre que rara vez sucede por ser contada la vez que se logra; en abundancia da el nopal que llaman silvestre acá en el Valle, cuando está limpia la nopalera no llueve por abril y mayo, pues no brotando entonces de la tierra hierbas estas no la pudren.

* Relación del 22 de julio de 1777
Fuente: Relaciones Geográficas de Oaxaca 1777-1778. Manuel Esparza, editor. Ciesas-IOC. Oaxaca. 1994.

sábado, 2 de julio de 2011

De la grana fina cochinilla*

San Pedro Apóstol Quiechapa, Yautepec

Fray Mariano Baptista

De esta cabecera hay grana fina cochinilla la que es un insecto que nutre del nopal, es toda hembra de que se sustentan estos insectos, tiene la figura de una garrapata, y de las arrugas forma la conchuela. Cuando está a la sazón a los granos que destinan para semilla, los dejan parir dos o tres días (pues hasta entonces tiene dicha sazón, tarda en parir todos los insectos 15 días más o menos según el temperamento, con el frío tarda, con el cálido abrevia). A estos granos sazones que destinan para semilla, con cuidado los bajan con una pala pequeña, en un pozuelo o jícara los recogen para que no se caigan en tierra y lastimen y mueran, y para asemillar cogen dos o tres cucharadas, o en un canastillo de palma, o en unas pajas o pastle las atan y cuelgan algunas en cada nopal donde van pariendo los insectos, y se pegan con tan innata inclinación que si el viento los arroja a tierra vuelven a subir y unirse al nopal, porque como son tantos los insectos o pequeños hijos que produce cada grano, si los pariera todos un nopal o no tuviera suficiente jugo para alimentarlos, o fuera la grana muy pequeña, o por ahorrar semila, de tal suerte que en nopalera que asemillándolas de dos cosechas y mudando canastillos, a parte, varias veces lo hacen con una arroba o menos de semilla (estos insectos o hijos, son tan pequeños cuando nacen que juzgo, que si un grano de mostaza se dividiera en dos o tres parte, aún fuera mayor cada parte que cada insecto con ser que tienen piel y pico con que se alimentan y chupan el jugo del nopal). Y ya que acabó de parir o que los insectos o hijos que despide son tan débiles que no tienen habilidad y fuerza para pegarse al nopal, quitan dichos canastillos o pastles, sacan los granos, los ponen a secar al sol (donde si algún insecto había quedado lo despide) o en un tiesto caliente y éste es la grana que llaman de zacatillo o pastles. Los insectos que estas dichas granos produjeron a los 15 ó 20 días, ya van creciendo y clanqueando a los otros 20 se muere y apartan a otro lugar, y el que estaban dejan telarañas o tez muy sutil y blanca, y cada día blanquean más hasta su último incremento, éste se conoce porque dicha telaraña y tez blanca que llaman tlasole (y también sirve para teñir) con el calor del sol y del nopal se educe y sale una especie de insecto o palomilla blanca y cuando ésta cría alas vuela (pues es tan pequeña y sutil que hasta entonces se apercibe) ya comienza la grana a parir, a los cuatro y cinco días de estar pariendo la bajan del nopal. Con esta diferencia que si sigue el tiempo y lugar quieren dos cosechas, bajan los granos gruesos con gran tiento, con una pala pequeña y a los insectos que estos granos produjeron los dejan pegados al nopal para que éstos estando en sazón produzcan la cosecha. A estos granos gruesos que quitaron llaman primera cosecha; si quieren asemillar en dicho nopal sirven estos mismos granos de semilla; si sólo es de una cosecha, no se requiere cuidado en bajar dichos granos, sino que a granos e insectos barren con una cola de venado, la echan en agua caliente, o con un canasto de palma la ponen en la boca de una olla con agua hirviendo y con el vaho muere, o la meten en una estera en un horno (no muy caliente para que no se queme y vuelva carbón) y la ponen a secar al sol.

En tierra cálida un insecto que aguja voladora, sale tan abundante que en una noche acaba la nopalera, pues chupa a los insectos de grana que ya están algo gruesos con un pico o punta muy aguzada les chupa todo el jugo y los deja muertos pegados al nopal. Esto sucede no en todos los años, ni en todos los lugares, o tiempos, pues en el sitio que asemillado por octubre sale dicha aguja no sale en noviembre o a la contra.

De las cinco especies de grana aunque toda la juzgo de una especie ínfima, otros distinguen cuatro especies. La primera, aquellos ganos que sirvieron de semilla ya secos, a éstos llaman grana de zacatillos o pastles. La segunda, la grana de cosecha o dos cosechas; la tercera, la grana madre o de una cosecha; la cuarta, la granilla toda, toda procede de un padre y una madre, pues si atendemos a la madre toda grana pare y despide insectos y cuando no pare ni tiene peso considerable ni está en sazón, lo que se ve claramente y aunque el padre que fecunda a la grana sea de distinta espcie ínfima, esto no obsta, así como un mulo respecto de otro no se distingue en especie, lo mismo juzgo en la grana. Que el padre o macho que fecunda a la grana sea distinto en especie me fundo: lo primero, en que así lo afirman viejos y prácticos en la facultad a quienes no habiendo razón contraria que convenza, les hemos de creer. La segundo, porque siendo evidente que toda grana es hembra, es de indagar ¿quién es el macho? No es ninguno de los insectos dichos, pues éstos como enemigos comen y destruyen, luego siendo el único que no hace daño, antes si vemos que cuando sale el insecto palomilla volátil de entre los granos de la grana, entonces comienza a parir, debemos juzgar que esta dicha que esta palomilla es el macho que la fecunda, y siendo el insecto o grano de grana distinto en especie del insecto palomilla, aunque padre y madre sean de distinta especie ínfima, toda grana que es hija de estos insectos especie distintos, toda es de una tercera especie. Si se pregunta de su bondad, juzgo que la grana de zacatillos o pasles es accidentalmente mejor. Lo primero porque dos tintoreros que hicieron experimento me dijeron que más tinte de una libra de zacatillos o pasles que libra y cuarto onzas la otra. Ítem los indios para teñir seda de capullo o hilo de algodón usan de la dicha, y sólo en caso de gran necesidad usan de la otra. Los segundo, porque los insectos o hijos que la grana encierra en su vientre no dan tinte perfecto (como consta al que quisiese hacer experimento) y sólo la grana de zacatillos o pasles carece de ellos, por haberlos parido y arrojado. El que sólo dicha grana carece de insectos proviene de que dicha grana es una parte muy pequeña respecto a lo demás, y como ésta la destinan para semilla pueden cuidar de que despida los hijos, lo que no sucede con el restante, que como ésta sólo está en sazón a principio, medio y fin del tiempo de aguas, si la guardaran se corrompiera e hicieraa toda una masa. No obstante lo dicho de que toda la demás grana tiene insectos, la juzgo toda igual con muy poca diferencia respecto al tinte aunque sea granilla porque en suposición de estar en sazón ha de comenzar a parir, y de dos o tres días ha de despedir a los menos dicho insectos, si para que mueran la sofoquen como en algunos parajes lo hacen, se quedan los insectos identificados con la madre, y su la matan con agua caliente aun después de muerta la madre despide los hijos e insectos vivos, pues los vemos mover, pero no con toda aquella fortaleza que tenía antes que la madre muriera pues ya no tiene vigor para pegarse al nopal.
En orden de si la grana blanca es la mejor digo: que el que alguna sea blanca no es ni pertenece a su esencia o integridad, proviene de una tez superficial que conforme va engruesando adquiere del nopal y sino le llueve está en sazón y la sofocación la retiene, y esta grana la mezclan con la roseta o prieta para que quede jaspeada. La demás grana a que cogen las aguas, se deslavan y quedan roseta o prieta. El dar estimación a sólo la blanca o jaspeada es exponerla a maleficios, así como del rocío artificial, de almidón, cal, tizate, a zumo de maguey o pulque, pues lo hombres sin temor de Dios así lo han ejecutado y el daño que en la Europa se ha experimentado ha sido provenido de esto, no de que sea blanca o roseta, gruesa o mediana, etc. Esto es lo que juzgo de la grana: salvo meliori.

* Relación del 1 de septiembre de 1777
Fuente: Relaciones Geográficas de Oaxaca 1777-1778. Manuel Esparza, editor. Ciesas-IOC. Oaxaca. 1994.

viernes, 1 de julio de 2011

Bar Jardín

Si hay un lugar donde todo acontece, donde los asuntos personales se convierten en cosa pública es precisamente en el Bar Jardín, sitio donde concurren el turismo y los habitantes de la ciudad.
Ubicado en el centro neurálgico de la ciudad, en la Plaza de Armas, a un costado de lo que fuera el Palacio de Gobierno, el Bar Jardín y su cafetería es centro de reunión de políticos, artistas, activistas, descontentos sociales… una amplia gama de personajes que con su sola presencia caracteriza al lugar y lo convierte en único.
En sus memorias noveladas, Oaxaca de mis recuerdos, Carlos Velasco Pérez narra su llegada a esta capital, antes del temblor del 14 de enero de 1931. Se quedaba a dormir en lo que entonces se llamaba Carta Blanca y que hoy conocemos como Bar Jardín. Los gendarmes pasaban por la madrugada y si advertían que uno de los inquilinos de los portales olía a chígere de inmediato era remitido a la comisaría, lugar donde estuvo Malcolm Lowry y de cuya experiencia escribiera un poema.
El Carta Blanca era atendido por su propietario, el español don Guillermo Fernández quien formó a una camada excepcional de cantineros, con Humberto Hernández Martínez, El Chato, por solo citar al más emblemático y quien es el veterano de los cantineros en Oaxaca, a la cabeonza de la lista. Otros fueron quienes respectivamente y en momentos diferentes fundaron La Giralda y Tomas Inn, por solo citar algunos ejemplos y que merecen historia aparte.
Precisamente El Chato, quien ya tenía el bar Capri, se hizo cargo por una temporada del Carta Blanca que se prolongó por seis meses cuando inicialmente iba a ser de seis semanas. Poco después, don Guillermo Fernández, por motivos personales, hacia 1973 traspasa el bar a los hermanos Ugartechea Muguerza, quienes lo administran alternativamente desde entonces.
Es en esa época cuando el local tiene el rostro que todos conocemos, pues se remodela y se amplía, dejando de ser exclusivamente cantina convirtiéndose en el establecimiento de mayor capacidad en los portales.
Julián Ugartechea repasando la historia del Bar Jardín comenta que en el local se habla del sabor castizo de su ambiente. Como hace 50 años, es punto de referencia familiar, centro de solaz esparcimiento tanto para visitantes como locales; es centro de reunión para los chismorreos políticos y cotilleos sociales y es obligada la tradicional tertulia dominguera después de misa de 12 en Catedral o bien de la audición de la Banda de Música del Estado de Oaxaca.
Desde la década de los años 30 del siglo pasado a esta época, la Plaza de Armas o más conocido como Zócalo, ha visto un incesante cambio que va de lo arquitectónico a lo puramente ornamental; de lo urbanístico a lo social.
En ese decurso de tiempo, negociaciones de todo tipo han abierto y cerrado sus puertas; se ha cerrado a la circulación de vehículos para convertirse en un andador donde familias de todas las condiciones sociales se dan cita para admirar y recorrer el Centro Histórico y sus alrededores.
Aún cuando el Palacio de Gobierno a pasado a convertirse en Museo, de cualquier manera las manifestaciones populares acuden a expresarse en el mismo lugar. Es parte del paisaje, resume un parroquiano del Bar Jardín quien por años asiste diariamente a tomar café e intercambiar las novedades políticas, culturales y sociales de la capital.
No sólo los parroquianos o los meseros -como en el caso de don Manuelito, decano de esas lides no solo en ese lugar, sino de la capital-, son personajes entrañables de esas mesas del portal, sino también lo son algunos vendedores ambulantes, desde las que ofrecen un reintegro, algunos mendigos, hasta músicos callejeros.
Todo ha pasado por el Bar Jardín y todos han pasado por él. Sin excepción. Desde intrigas palaciegas, hasta conciliábulos literarios; desde encuentros amorosos pasando por decepciones del corazón; desde complotistas veraniegos que discuten sin cesar hasta farras de más de doce horas donde los poetas han encontrado el estro para iniciar el poemario que si no lo sacará de la miseria por lo menos del ostracismo.
Y en tal sentido no ha pasado inadvertido que ante esas mesas se han sentado personalidades de diferente rango, así el exiliado Sha de Irán, Mohammad Reza Parhlevi, como Danielle Gouze, viuda del ex presidente francés Francois Mitterrand.
El magnate griego Aristóteles Onasis o la reina Sofía de España que, sentada en el Bar Jardín vio pasar al Ministro de Relaciones Exteriores de su país, Javier Solana a quien llamó para que la acompañase. Fue un encuentro extraño, comenta Julián Ugartechea.
Del mundo de la farándula han estado María Félix, Emilio El Indio Fernández, Antonio Aguilar, Ernesto Alonso entre otros. Aventureros y artistas extranjeros han reseñado su estancia en Oaxaca y no dejan de mencionar este sitio, así como los adyacentes a la Plaza de Armas.
Sería imposible un recuento, por lo menos somero, de las personalidades que han degustado una copa o un café en el Bar Jardín.